Un cúmulo de reflexiones propias y extrañas sobre el camino de la vida y los misterios de Dios ............
jueves, 18 de noviembre de 2010
Entonces
domingo, 19 de septiembre de 2010
PLEGARIA INDIGENA.............
No te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí …!
No duermo ahí …
Soy como mil vientos soplando.
Soy como un diamante en la nieve, brillando …
... Soy la Luz del Sol … sobre el grano dorado …
Soy la lluvia gentil del otoño esperado
cuando despiertas en la tranquila mañana …
… Soy la bandada de pájaros que trina …
Soy también las estrellas que titilan, mientras cae la noche en tu ventana
Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando
No estoy allí.
¡Yo no morí !!
miércoles, 15 de septiembre de 2010
El miedo se aprende..............................
miércoles, 8 de septiembre de 2010
¡Sutiles Diferencias .....Abismales Separaciones!
Amar es transitarlo
Querer es lanzar un nombre hacia una estrella
Amar es bajarla a tu lado
Querer es gritar al viento un sentimiento
Amar es hacer del viento el sentimiento
Querer es estar pendiente de un llamado
Amar es extender la mano y tocarla
Querer es sentir deseo de estar cerca
Amar es sentir deseos de ser
Querer es abrazar el silencio
Amar es ser silencio cuando ella te abraza
Querer es escribirle un poema
Amar es hacer de ella el mejor de los poemas
Querer se dice mil veces y no se recuerda
Amar se dice una vez y queda grabado en los corazones
Querer es intentar...
Amar.. es vivir!
R. J
domingo, 8 de agosto de 2010
PARA MI!!!!!!!!!!!!!!
lunes, 19 de julio de 2010
DESPUES DE UN TIEMPO.................
entre sostener una mano y encadenar un alma,
se aprende que el amor no significa recostarse
y una compañía no significa seguridad
y se empieza a aprender que los besos no son contratos,
y los regalos no son cadenas ,
y de a poco uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos,
y no con el dolor de un niño...
y asi se aprende a construir todos los caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros suelen tener una forma de caerse en la mitad.... un tanto estruendosa ....
y después de un tiempo se aprende: que si es demasiado,
hasta el calor del sol te quema.
Así que se planta en el propio jardín y decoramos nuestra propia alma,
en lugar de esperar a que alguien te traiga flores...
y se aprende que realmente fue de aguantar
que se hizo fuerte,
que uno realmente vale y uno aprende y aprende...sin parar
y que con cada adiós uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro
significa que tarde o
temprano querrás volver a tu pasado.Y mejor a tu libertad .
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de
amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado
de esa persona sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos
son contados,
y que el que no lucha por ellos tarde o
temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un
momento de ira pueden seguir lastimando a quien
heriste,
durante toda la vida tuya y la de ella .
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo
hace,
pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un
amigo duramente,
muy probablemente la amistad jamás
volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz
con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que
dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada
experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
y te das cuenta de que el que humilla o
desprecia a un ser humano,
tarde o temprano sufrirá
las mismas humillaciones o desprecios.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o
forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean
como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad
lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo
justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los
que están a tu lado,
añorarás terriblemente a los que
ayer estaban contigo
y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que
intentar perdonar o pedir perdón,
decir que amas,
decir que extrañas,
decir que necesitas,
decir que quieres ser amigo,
ante una tumba,
ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente,
sólo con el tiempo."..
¡LLEGARAS A ESA CERTEZA !
lunes, 24 de mayo de 2010
A mis amigos machos
Mientras le gritas a tu mujer, hay un hombre deseando hablarle al oido... Mientras humillas, ofendes, insultas y degradas a tu mujer, hay un hombre cortejándola y recordándole que es una gran mujer... Mientras violentas a tu mujer, hay un hombre deseando hacerle el amor... Mientras haces llorar a tu mujer, hay un hombre..... que le roba sonrisas.
Recuerda!-
Cualquier cosa que le des a una mujer ella
hara algo fabuloso. Dale un esperma y ella te dara un bebe. Dale una
casa y ella te dara un hogar. Dale alimentos y ella te dara una
exquisita comida. Dale una sonrisa y ella te dara su corazon. Ella
multiplica y engrandece todo lo que le des... Asi que Valorala,
... ...quierela, amala, y sobre todo RESPETALA...
Un nuevo hombre .....ex macho !
miércoles, 7 de abril de 2010
EL CAMINANTE
Cómo soltar - por Lea Hamann
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martes, 9 de marzo de 2010
GANDHI

No tengas miedo. Confía en esa vocecita del corazón que te pide estar dispuesto a abandonar amigos, esposa, bienes, cualquier cosa. Disponte a morir para dar testimonio de lo que da sentido a tu vida.
GANDHI
viernes, 19 de febrero de 2010
El juego de la VIDA

Re-cuerden…
El Juego de las Escondidas
Lo que viene a continuación es una descripción de la vida en el planeta Tierra. Es información proporcionada por las entidades amorosas que sencillamente llamamos “El Grupo”, canalizadas por Steve Rother. Es la base de toda la información que venimos recibiendo de El Grupo y que se presenta en las canalizaciones de los Faros de Luz (‘Beacons of Light’) También es la respuesta a la pregunta de : “¿Por qué estamos aquí?”
Permítannos llevarlos a un viaje …
Todos estamos reunidos en la pradera a los pies de una montaña. Estamos en nuestro hogar y todos jugamos unidos en perfecto amor. Un hermano querido se acerca y pregunta, “¿Alguno de los presentes quiere jugar un Juego nuevo?” “¿Qué tipo de Juego?” preguntamos. “¿Se parece a los que jugamos ahora?” “No,” responde. “No se parece en nada a lo que hemos hecho hasta ahora. Será un Juego muy elaborado con muchos accesorios y disfraces. Llevaremos velos para no ver ni re-cordar nuestra verdadera naturaleza, y el velo también estará oculto a nuestra vista. Así comenzaremos a Jugar y re-cordar. Este velo será tan eficiente que no solamente olvidaremos lo que somos sino que también olvidaremos el hogar. Incluso cuando nos crucemos en el camino, nos miraremos a los ojos y no seremos capaces de reconocernos. El velo será tan eficiente que muchos veremos los accesorios y disfraces que estén a nuestro alrededor y creeremos verdaderamente que eso es todo lo que existe. Conservaremos todos nuestros poderes, sin embargo, no re-cordaremos cómo usarlos o que existen siquiera.
“El Juego se jugará por etapas, y antes de comenzar cada etapa del Juego y para ayudarnos a re-cordar podremos colocar en nuestro camino todos los recordatorios que deseemos. Recomiendo colocar muchos recordatorios, porque la mayoría los desechará con su raciocinio, dudando sobre su veracidad. Elegiremos el momento y el lugar de nuestras entradas y salidas en el tablero de Juego. También estableceremos circunstancias y lecciones que queremos completar mientras permanecemos debajo del velo. Llevaremos un registro y los puntos se acumularán cuando pasemos de una etapa a otra. Este sistema de puntos lo usaremos solamente para determinar lo que deseemos incluir en nuestra siguiente etapa. No podremos recordar el paso de una etapa a otra, sin embargo, una vez adquirida la maestría en determinados atributos, podremos llevarlos con nosotros a la siguiente etapa. Siempre conservaremos la esencia de nuestro ser y la personalidad, sin embargo, no re-cordaremos que atravesamos el velo llevándolos con nosotros a las siguientes etapas.
El buen humor será siempre un recordatorio que atravesará el velo sin pasar por el puesto de control, y si nuestros hermanos que quedaron al otro lago notan que nos estamos poniendo muy serios, nos harán cosquillas en el huesito de la alegría para recordarnos que éste es solamente un Juego.
Además, tendremos a nuestra disposición muchos maestros para que nos ayuden en caso de que nos alejemos demasiado del camino. Ah, sí, casi se me olvida una parte importante del Juego…en todo momento habrá Libre Albedrío. Tendremos el derecho de elegir en todas las situaciones, incluso podremos escoger no jugar el Juego o llamar a un reemplazo. Podremos elegir escondernos, o podremos elegir buscar, depende completamente de nosotros.
En el Tablero de Juego existirá la polaridad. Esto tiene que ver con la mecánica del Tablero de Juego, y será un componente necesario puesto que proporciona el contraste necesario. Sin embargo, la polaridad teñirá nuestra visión. Con nuestros ojos teñidos de polaridad, percibiremos las cosas como Arriba o Abajo, Claro u Oscuro, Bueno o Malo, Amor o Temor, Correcto o Incorrecto. No permitamos que esto nos engañe; es sólo una ilusión.
“Mientras dure el Juego, todos dejaremos atrás, en un lugar especial, los aspectos más elevados de nosotros mismos, de lo contrario el Juego sería demasiado fácil. Nuestro yo superior estará a nuestra disposición en todo momento. El reto será aprender a conectarnos con él y a re-cordar que existe como una parte de nosotros mismos. Podremos escoger a nuestros seres queridos especiales para que permanezcan detrás de nuestro hombro y nos aconsejen durante el Juego. Nuevamente, re-cordar que ellos existen será una parte importante del Juego.
“El propósito del Juego será ver cuántos podremos re-cordar lo que somos, de dónde venimos, y cuáles son los poderes que tenemos. Cuando re-cordemos, podremos re-unirnos con nuestro yo superior y re-crear el hogar en el otro lado del velo para probar que hemos re-cordado plenamente.
“¿Quién quiere jugar?”
martes, 16 de febrero de 2010
Iluminación

Iluminación
Cuando tu conciencia se dirige hacia fuera, surgen la mente y el mundo.
Cuando se dirige hacia dentro, alcanza su propia Fuente
y regresa a casa, a lo No Manifestado.
ECKHART TOLLE
Más allá de la miríada de formas de vida que están sujetas al nacimiento y a la muerte existe la Vida Una, eterna y omnipresente. Muchas personas utilizan la palabra Dios para describirla, pero yo suelo llamarla Ser. La palabra Ser no explica nada, pero la palabra Dios tampoco. Ser, no obstante, tiene la ventaja de ser un concepto abierto. No reduce el infinito invisible a una entidad finita. Es imposible formarse una imagen mental del Ser, y nadie puede pretender su posesión exclusiva. Es tu esencia misma; puedes acceder a ella inmediatamente como el sentimiento de tu propia presencia.
Por eso sólo hay un pequeño paso entre la palabra Ser y la experiencia del Ser.
EL SER NO SÓLO ES TRASCENDENTE; TAMBIÉN IMPREGNA PROFUNDAMENTE cada forma, y su esencia es invisible e indestructible. Esto significa que ahora mismo puedes acceder al Ser porque es tu identidad más profunda, tu verdadera naturaleza. Pero no trates de aferrarlo con la mente. No trates de entenderlo.
Sólo puedes conocerlo dejando la mente en silencio. Cuando estás presente, cuando tu atención está plena e intensamente en el ahora, puedes sentir el Ser, pero nunca podrás entenderlo mentalmente.
La iluminación es recuperar la conciencia del Ser y residir en ese estado de «sensación-realización».
La palabra iluminación suscita la idea de un logro sobrehumano, y al ego le gusta que sea así; pero no es más que tu estado natural en el que sientes la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, con algo que es esencialmente tú, y sin embargo es mucho mayor que tú. Es encontrar tu verdadera naturaleza más allá del nombre y de la forma.
La incapacidad de sentir esta conexión crea la ilusión de que estás separado de ti mismo y del mundo que te rodea. Entonces te percibes, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el miedo, y los conflictos internos y externos pasan a ser la norma.
El mayor obstáculo para experimentar la realidad de tu conexión es la identificación con la mente, que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible, pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal. Este ruido mental incesante te impide encontrar el reino de quietud interior que es inseparable del Ser. También crea un falso yo fabricado por la mente, que lanza una sombra de miedo y sufrimiento.
La identificación con la mente produce una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquean toda verdadera relación. Esa pantalla se interpone entre tú y tú mismo, entre tú y tu prójimo, entre tú y la naturaleza, entre tú y Dios; crea la ilusión de separación, la ilusión de que tú y el «otro» estáis totalmente separados. Entonces te olvidas del hecho esencial de que, debajo del nivel de las apariencias físicas y de las formas separadas, eres uno con todo lo que es.
La mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente. Sin embargo, si se usa de forma in-apropiada, se vuelve muy destructiva. Para decirlo con más precisión, no se trata tanto de que usas la mente equivocadamente: por lo general no la usas en absoluto, sino que ella te usa a ti. Ésa es la enfermedad. Crees que tú eres tu mente. Ese es el engaño. El instrumento se ha apoderado de ti.
Es como si estuvieras poseído sin saberlo, y crees que la entidad posesora eres tú.
LA LIBERTAD COMIENZA cuando te das cuenta de que no eres la entidad posesora, el pensador. Saberlo te permite examinar la entidad. En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior.
Entonces empiezas a darte cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento sólo es una pequeña parte de esa inteligencia. También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes —la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna— surgen de más allá de la mente.
Empiezas a despertar.
LIBÉRATE DE TU MENTE
La buena nueva es que puedes liberarte de tu mente, que es la única verdadera liberación. Y puedes dar el primer paso ahora mismo.
EMPIEZA POR ESCUCHAR LA VOZ QUE HABLA DENTRO DE TU CABEZA, y hazlo tan frecuentemente como puedas. Presta una atención especial a cualquier patrón de pensamiento repetitivo, a esos viejos discos de gramófono que pueden haber estado dando vueltas en tu cabeza durante años.
Esto es lo que llamo «observar al pensador», que es otra manera de decir: escucha la voz dentro de tu cabeza, mantente allí como presencia que atestigua.
Cuando escuches la voz, hazlo imparcialmente. Es decir, no juzgues. No juzgues ni condenes lo que oyes, porque eso significaría que la misma voz ha vuelto a entrar por la puerta de atrás.
Pronto te darás cuenta de esto: la voz está allí y yo estoy aquí, observándola. Esta comprensión Yo soy, esta sensación de tu propia presencia, no es un pensamiento. Surge de más allá de la mente.
Así, cuando escuchas un pensamiento, no sólo eres consciente del pensamiento, sino también de ti mismo como testigo del pensamiento. Ha hecho su aparición una nueva dimensión de conciencia.
CUANDO ESCUCHAS EL PENSAMIENTO, sientes como si hubiera una presencia consciente —tu yo profundo— por debajo o detrás de él. De este modo el pensamiento pierde su poder sobre ti y se disuelve rápidamente, porque ya no energetizas tu mente mediante la identificación con ella. Es el principio del fin del pensamiento compulsivo e involuntario.
Cuando el pensamiento se aquieta, experimentas una discontinuidad en la corriente mental, una brecha de «no-mente». Al principio las brechas serán cortas, tal vez duren unos segundos, pero gradualmente se irán prolongando. Cuando ocurren estas discontinuidades, sientes cierta quietud y paz dentro de ti. Es el principio del estado natural de sentirte unido al Ser, generalmente nublado por la mente.
Con la práctica, la sensación de quietud y de paz se va ahondando. De hecho, esa profundidad no tiene fin. También sentirás una sutil emanación de alegría elevándose desde lo más hondo de ti: la alegría de Ser.
En este estado de conexión interna estás mucho más alerta, más despierto que en el estado de identificación mental. Estás plenamente presente. Y también se eleva la frecuencia vibratoria del campo energético que da vida al cuerpo físico.
A medida que profundizas en este reino de la no-mente, como a veces se le denomina en Oriente, vas alcanzando el estado de conciencia pura. En ese estado sientes tu propia presencia con tal intensidad y alegría que, en comparación, todo pensamiento, toda emoción, tu cuerpo físico y todo el mundo externo se vuelven relativamente insignificantes. Sin embargo, no es un estado de egoísmo, sino de desprendimiento y generosidad. Te lleva más allá de lo que pensabas que era «tu identidad». Esa presencia es esencialmente tú, y al mismo tiempo es inconcebiblemente mayor que tú.
EN LUGAR DE «OBSERVAR AL PENSADOR», también puedes crear una apertura en la corriente mental por el simple hecho de dirigir el foco de tu atención al ahora. Basta con que te hagas intensamente consciente del momento presente.
Esto es algo por demás satisfactorio. De este modo retiras la conciencia de tu actividad mental y creas una brecha sin mente en la que estás muy alerta y consciente, pero no piensas. Ésta es la esencia de la meditación.
EN TU VIDA COTIDIANA puedes practicar esto tomando cualquier actividad rutinaria, que habitualmente sólo es un medio para un fin, y darle toda tu atención para que se convierta en un fin en sí misma.
Por ejemplo, cada vez que subas o bajes las escaleras en tu casa o en tu puesto de trabajo, presta mucha atención a cada escalón, a cada movimiento, incluso a tu respiración. Mantente totalmente presente.
O cuando te laves las manos, presta atención a todas las percepciones sensoriales asociadas con esa actividad: el sonido y la sensación del agua, el movimiento de tus manos, el aroma del jabón, etc.
O cuando entres en tu coche, después de cerrar la puerta, detente durante unos segundos y observa el flujo de tu respiración. Toma conciencia de una silenciosa pero intensa sensación de presencia.
Hay un criterio que te permite medir el éxito logrado en esta práctica: el grado de paz que sientas en tu interior.
El paso más vital en tu camino hacia la iluminación es éste: aprende a no identificarte con tu mente. Cada vez que creas una apertura en el flujo mental, la luz de tu conciencia se fortalece.
Puede que un día te sorprendas sonriendo a la voz que suena en tu cabeza como sonreirías a las travesuras de un niño. Esto significa que has dejado de tomarte el contenido de tu mente tan en serio, y que tu sentido de identidad ya no depende de él.
ILUMINACIÓN: ELEVARSE POR ENCIMA DEL PENSAMIENTO
A medida que uno crece, va formándose una imagen mental de sí mismo basada en su condicionamiento personal y cultural. A este yo fantasma lo llamamos ego. El ego es tu actividad mental y sólo puede funcionar mediante el pensamiento constante. El término ego tiene distinto significado según se trate de una persona u otra, pero cuando lo uso aquí me refiero al falso yo, creado por una identificación inconsciente con la mente.
Para el ego, el momento presente apenas existe. Sólo considera importantes el pasado y el futuro. Esta inversión total de la verdad explica por qué, en la modalidad ego, la mente es tan disfuncional. Siempre está tratando de mantener el pasado vivo, porque ¿quién serías sin él? Y se proyecta constantemente hacia el futuro para asegurarse la supervivencia y buscar en él una sensación de liberación o satisfacción. Dice: «Algún día, cuando haya ocurrido esto, lo otro o lo de más allá, estaré bien, en paz, seré feliz.»
Incluso cuando parece que el ego está en el presente, no ve el presente: lo percibe equivocadamente porque lo mira con los ojos del pasado. O reduce el presente a ser un medio para un fin, un fin que siempre reside en el futuro proyectado por la mente. Observa tu mente y comprobarás que funciona así.
El momento presente contiene la clave de la liberación, pero no puedes encontrar el momento presente mientras seas tu mente.
Alcanzar la iluminación significa elevarse por encima del pensamiento. En el estado de iluminación sigues usando la mente cuando la necesitas, pero de un modo mucho más enfocado y eficaz que antes. La empleas principalmente con fines prácticos, pero eres libre del diálogo interno involuntario, y vives en la quietud interior.
Cuando empleas la mente, y en particular cuando necesitas dar una solución creativa a algo, vas oscilando cada pocos minutos entre la mente y la quietud, entre la mente y la no-mente. La no-mente es conciencia sin pensamiento. Sólo la no-mente permite pensar creativamente, porque da al pensamiento un poder real. El pensamiento por sí solo, desconectado del vasto campo de la conciencia, se convierte rápidamente en algo estéril, insano, destructivo.
EMOCIÓN: LA REACCIÓN DEL CUERPO A LA MENTE
La mente, tal como yo uso la palabra, no es únicamente el pensamiento. Incluye también las emociones y las pautas de reacción inconscientes, tanto mentales como emocionales. La emoción surge en el punto donde cuerpo y mente se encuentran. Es la reacción del cuerpo a la mente o, dicho de otra forma, el reflejo de la mente en el cuerpo.
Cuanto más te identificas con el pensamiento, con lo que te gusta o disgusta, con tus juicios e interpretaciones, es decir, cuanto menos presente estás como conciencia observante, más fuerte es la carga de energía emocional, seas consciente de ella o no. Si no puedes sentir tus emociones, si estás desconectado de ellas, acabarás sintiéndolas a un nivel puramente físico, como un problema o síntoma físico.
Si TE ES DIFÍCIL SENTIR TUS EMOCIONES, empieza por enfocar la atención en el campo energético interno de tu cuerpo. Siente el cuerpo desde dentro. Así estarás en contacto con tus emociones.
Si realmente quieres conocer tu mente, el cuerpo siempre te dará un reflejo fiel; por tanto, observa la emoción o, más bien, siéntela en tu cuerpo. Si existe un conflicto aparente entre ambos, el pensamiento es el que miente y la emoción dice la verdad. No la verdad última de tu identidad real, sino la verdad relativa de tu estado mental en ese momento.
Es posible que aún no puedas hacer consciente la actividad de tu mente inconsciente en forma de pensamientos, pero siempre se reflejará en el cuerpo como una emoción, de la que sí puedes tomar conciencia.
Observar una emoción es básicamente igual que escuchar u observar un pensamiento, tal como he descrito el proceso anteriormente. La única diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción esté ahí sin ser controlado por ella. Ya no eres la emoción; eres el observador, la presencia que mira.
Si practicas así, todo lo que es inconsciente en ti saldrá a la luz de la conciencia.
ADQUIERE EL HÁBITO DE PREGUNTARTE: ¿Qué está pasando dentro de mí en este momento? Esa pregunta te orientará en la dirección correcta. Pero no analices, simplemente observa. Enfoca tu atención hacia dentro. Siente la energía de la emoción.
Si no hay ninguna emoción presente, lleva la atención más profundamente al campo energético de tu cuerpo. Es el pasadizo hacia el Ser.